Sí, todos tenemos muchas caras…
hay días que nos levantamos con la cara rosa y otros días con la cara gris. El caso es que después de un día de cara gris,
seamos capaces de levantarnos al siguiente día con la cara rosa y podamos darnos cuenta de todo lo positivo que tenemos en nuestra vida.
Muchas veces, no nos damos cuenta de que ese concepto que nos venden de felicidad no existe,
y que en realidad la felicidad está en esa mirada de complicidad que nos regala nuestra pareja, en esa canción que suena en la radio que nos hace recordar cosas bonitas, en el olor de casa que percibimos al llegar...en las pequeñas cosas del día a día.
Cuando hice esta pulsera, pensé en esas cosas, porque me gusta tanto que quise que al mirarla, expresara un pequeño momento de felicidad.
Es especial, no?
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